La diabetes mellitus (DM) es una epidemia mundial con una
morbimortalidad significativa. La prevalencia de la diabetes mellitus está
aumentando a nivel mundial por el incremento en el envejecimiento de la
población asociado a los cambios en los estilos de vida más sedentarios y a la
epidemia de obesidad existente. Según la Federación Internacional de diabetes
(FID), existían 387 millones de personas afectadas por diabetes en el año 2014
y aumentarán a 592 millones para el año 2035, con un incremento del 53 %.1,2 En
América se estima que habrá unos 64 millones, con un 17 % no diagnosticado, y
se incrementará en un 55 % al año 2035.
La retinopatía diabética (RD) es una
complicación microvascular de la DM que afecta a una de cada tres personas con
DM. Constituye la tercera causa de ceguera a nivel mundial, pero la primera en
personas de edad productiva en países en vías de desarrollo. La RD es la
principal causa de pérdida visual en adultos en edad laboral. La ceguera por RD
es prevenible en el 80 % de los casos con una detección y tratamiento temprano
asociado a un manejo general. El 10 % de los pacientes con diabetes tienen una
limitación visual severa y 2 % de ellos llega a la ceguera. El edema macular se
puede presentar en cualquier etapa de la RD y es la causa más importante de
limitación visual. Este está relacionado con un mayor tiempo de evolución. La
hemorragia vítrea es la causa más frecuente de ceguera, asociada a etapas de
retinopatía diabética proliferativa. A mayor antigüedad de la DM y peor control
metabólico, mayor es el riesgo de desarrollar una RD. Múltiples estudios han
demostrado que un control óptimo de la glicemia, de la presión sanguínea y de
los lípidos reduce el riesgo de desarrollar una retinopatía y frena su
progresión.
Factores de riesgo
El tiempo de evolución de la diabetes y
el tipo de diabetes. De forma que 98% de los diabéticos tipo 1 y el 60% de los
tipo 2, sufren RD en algunos de sus grados después de 20 años de evolución de
su enfermedad.
El deficiente control glucémico,
habiéndose demostrado que el tratamiento optimizado de las cifra de Hba1c
retrasa la aparición y progresión de la RD en ambos tipos de DM.
El control de la hipertensión arterial,
de la hiperlipemia y de la anemia asociadas a la diabetes disminuyen la
aparición y progresión de la RD en especial en su forma de edema macular.
Se puede considerar que existen
factores genéticos investigados y relacionados con el desarrollo y progresión
de la RD. Así los pacientes con HLA-DR4 tienen una mayor prevalencia de
retinopatía proliferativa. La aparición de microalbuminuria como marcador de
enfermedad microvascular aumenta la probabilidad de desarrollar RD.
Desde el punto de vista ocular existen
algunos factores que pueden ser considerados de riesgo para el desarrollo y
progresión de RD como son la hipertensión ocular, el antecedente de oclusión
venosa retiniana, la presencia de inflamación ocular, traumatismos oculares y
el tratamiento con radioterapia. De igual manera existen factores locales que
protegen frente al desarrollo de la RD, como la miopía, la atrofia del epitelio
pigmentado retiniano o el desprendimiento de vítreo posterior.
Clasificación de la retinopatía
diabética
En la práctica clínica es necesaria una
clasificación oftalmoscópica de la RD, fácilmente memorizable y reproducible
por oftalmólogos y por todos los demás clínicos que han de tratar pacientes
diabéticos. La clasificación actual de la retinopatía diabética evalúa de
manera separada el edema macular y se divide en los siguientes estadios según
Early Treatment Diabetic Retinopathy Study (ETDRS):
· Sin retinopatía: No
se observan lesiones características al examen oftalmoscópico.
· Retinopatía diabética
no proliferativa: A su vez se divide en leve, moderada, severa y muy severa. Al
inicio sólo se encuentran microaneurismas retinianos, se observan como puntos
rojos pequeños de bordes muy nítidos. Le siguen las hemorragias retinianas en
número inferior a 20 en los cuatro cuadrantes. Pueden existir exudados duros o
lipídicos y blandos o algodonosos y además dilataciones venosas arrosariadas en
un solo cuadrante. Las dilataciones venosas consisten en zonas bien localizadas
de dilatación con zonas de estrechez venosa, como cuentas de un rosario. El
trayecto venoso se vuelve tortuoso y en ocasiones parece bifurcado con
probabilidad de progresión a RD proliferativa.
· Edema macular
clínicamente significativo: Se observa aumento del grosor de la retina en la
mácula, (mayor de 250 micras a nivel foveal y perifoveal) puede ser focal,
multifocal, difuso, isquémico y cistoide.
· Retinopatía
proliferativa: En estricto criterio corresponde a la presencia de vasos de
neoformación con bandas por gliosis que terminan con tracción de la retina.
Tratamiento
La mejor opción para la retinopatía
diabética, es la prevención. Un control adecuado de los niveles de glucosa en
sangre y de la hipertensión, una dieta sana, hacer ejercicio y buena educación
sanitaria del paciente diabético son los elementos esenciales que pueden
prevenir o demorar la aparición de la retinopatía diabética. El seguimiento de
la glicemia ha de realizarse en base a los niveles de HbA1c por ser un
parámetro de la glucemia media en las cuatro a seis últimas semanas. Desde el
punto de vista oftalmológico, la prevención secundaria se basará en una
detección temprana de la retinopatía y un adecuado seguimiento. De acuerdo a la
Academia Americana de Oftalmología la frecuencia de revisiones del fondo de ojo
deberá ser al momento del diagnóstico de la DM en los diabéticos tipo 2 y en
los tipo 1 después de tres a cinco años de su diagnóstico y la norma será una
revisión anual. Cuando se realice tratamiento médico, y en especial si es con
insulina, las revisiones oftalmoscópicas se realizarán anualmente. Cuando
exista una retinopatía no proliferativa leve o moderada se debe hacer
fluorangiografía retiniana (FAG) misma que tiene sus indicaciones en
retinopatía diabética las cuales son: guía para establecer el patrón de tratamiento
del edema macular clínicamente significativo, evaluar pérdida visual
inexplicable, determinar la zonas de no perfusión, diferenciar neovasos de
anomalías microvasculares intraretinianas (AMIR). Cuando la severidad es mayor
se reforzará la idea de que un control estricto con terapia intensiva con
insulina puede frenar una mala evolución de la retinopatía, si bien se
planteará ya el tratamiento con láser. También el control de la presión
sanguínea reduce significativamente la incidencia y progresión de la RD. Si la
retinopatía está ausente el seguimiento se hace de manera anual, en caso de
estar presente la frecuencia de las revisiones será determinada por el
oftalmólogo de acuerdo a los hallazgos. La fotocoagulación láser es hoy en día
el estándar de tratamiento de la retinopatía diabética; recomendándose la
aplicación de cerca de 2500 disparos (dividido en sesiones, generalmente tres)
a través de la retina para considerarlo un tratamiento adecuado que disminuye
hasta en 50% de los casos el riesgo de pérdida severa de la visión.
La RD es la principal causa de ceguera
en nuestro país, su diagnóstico y tratamiento dependen de la educación médica
que debe ser accesible a todo médico y a la población en general, ya que se ha
demostrado que un control metabólico adecuado y estricto reduce la incidencia y
progresión de la RD. Sin embargo el problema actual de salud pública es muy
grave si consideramos que varios millones de diabéticos mexicanos, pueden ser
potencialmente ciegos. De aquí la importancia de la prevención con el
desarrollo de programas de detección temprana en las instituciones de salud
para diagnosticar y tratar oportunamente a una población tan grande y
susceptible como la nuestra.
Bibliografía:
Ferrer, L. G.,
López, M. R., Santana, Y. M., Hernández, M. C., Miniet, E. P., & Reydmond,
K. G. (2018). Estrategias en el tratamiento de la retinopatía diabética. Revista
cubana de oftalmología, 31(1), 90-99.
Tenorio, G., &
Ramírez-Sánchez, V. (2010). Retinopatía diabética; conceptos actuales. Revista
Médica Del Hospital General de México, 73(3), 193-201.
Covarrubias, T.,
Delgado, I., Rojas, D., & Coria, M. (2017). Tamizaje en el diagnóstico y
prevalencia de retinopatía diabética en atención primaria. Revista
médica de Chile, 145(5), 564-571.



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